jueves, 18 de junio de 2009

Capítulo 4, El Vacío del Tao.

El vacío del Tao no es algo fácil de llenar.
En su insondable profundidad, Él parece ser el origen de todas las cosas.
Y a la vez, permanece siempre inmutable.
No conozco de quién ha nacido; pero parece ser el predecesor de la Naturaleza.



Comentarios:

El ser humano no puede develar la naturaleza del Tao a través de su mente. Así, Aquel se torna inexplicable, o sea, que para la mente es un vacío, algo ignoto, indescifrable. Al Tao se llega tan sólo a través de la total Realización Espiritual, que hace posible comprender las palabras de Jesucristo cuando nos dice: ¨Mi Padre (Dios) y Yo (el Hombre Perfecto) somos Uno¨.
¨Parece ser¨, ya que el Tao, el verdad, se hala más allá de toda manifestación. Sin embargo, sólo de Él procede todo lo manifiesto.

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