lunes, 22 de junio de 2009

Capítulo 7, NO VIVIR PARA SI MISMO.

El Cielo es eterno y la Tierra permanente.
La razón por la cual ellos son eternos y permanentes es que no viven para sí mismos.
Por lo tanto, viven para siempre.
Del mismo modo, el Sabio siempre se mantiene a si mismo a la zaga de los demás y, por lo tanto, está adelante y puede guiarlos.
Él se olvida de si mismo, y de este modo siempre se halla amparado y protegido.
¿No es acaso debido a que él no se interesa por si mismo, que las intenciones puras de su corazón son realizadas?

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